Add parallel Print Page Options

Se quedan erguidos como una palmera, pero no hablan; ¡y tienen que ser llevados, porque no pueden andar! No tengan temor de ellos, porque no tienen ningún poder, ni para hacer mal ni para hacer bien.»

¡Nada hay semejante a ti, Señor!
¡Grande eres tú, y grande tu fama y poder!
¿Quién no te temerá, Rey de las naciones?(A)
Tú eres digno de ser reverenciado,
porque no hay ningún sabio ni rey
que pueda compararse a ti.

Read full chapter